Hoy por hoy, la astrología se ha convertido en algo muy popular y masivo. Luego de siglos de estar en las sombras, eclipsada por la denominada “era de la razón”, experimentó un auge durante el siglo pasado.
Autores como Dane Rudhyar, Liz Greene, Howard Sasportas y muchos otros, apoyados en la psicología humanista, junto a las teorías psicológicas facilitadas por Carl Jung, dieron un aire nuevo a esta disciplina milenaria, habilitando el acceso a la comprensión del lenguaje simbólico que nos ofrece la astrología.
Las olas de movimiento New Age y la necesidad imperiosa de nuevas perspectivas espirituales, contribuyeron aun más a su divulgación y popularización. En la última década, principalmente a causa de la expansión tecnológica y las redes sociales junto al acceso a internet, las escuelas y discursos astrológicos se expandieron más que nunca. Podemos encontrar miles de personas practicantes de astrología compartiendo conceptos a través de las redes sociales, lo que ocasiona que el contenido que se comparte, debe pasar por un proceso reduccionista, de simplificación y síntesis, para que sea “digerible”, poder divulgarse y viralizarse más fácilmente.
Comprendiendo que la astrología es algo que conlleva cierta complejidad y tiempo para comprender en profundidad, podemos considerar que, en general, el contenido popular compartido en redes es un “subproducto”, un “snack” de lo astrológico; es una forma de entretención más que de educación. El problema es que nunca se aclara la diferencia, por lo tanto, la astrología se encuentra totalmente teñida de prejuicios y superficialidades; y esto afecta a quién busca acercarse de forma seria al estudio de la misma, ya que debe realizar un proceso de “deconstrucción” de lo que cree que es la astrología.
Los siguientes consejos, están dirigidos a aquellas personas, principalmente autodidactas, que buscan indagar más en la astrología, y en la forma de abordar la lectura e interpretación de su carta natal.
“El Todo es más que la suma de sus partes”
Ésta frase de Aristóteles, es muy importante para tener en cuenta, no sólo en la astrología, sino en como percibimos la misma realidad. Cuando indaguemos en el gráfico astral, consideremos que la carta no es un conjunto de pequeñas interpretaciones desarticuladas entre sí, sino que hay un “diálogo” que se genera entre las distintas configuraciones, causando que cada carta tenga una única forma de expresarse.
Necesitamos movernos continuamente entre “la parte” y “el todo”, un ejercicio perceptivo que puede ser difícil, teniendo en cuenta que en la cosmovisión de la época en la que nos encontramos, hay un claro direccionamiento hacia la visión “fragmentaria”, cómo si todo fuera una gran máquina, donde hay especialistas en cada pieza del maquinario.
“Cuidado con las generalidades y recetas”
Al estudiar astrología, puede sernos útil leer, por ejemplo, acerca del significado de un planeta en un signo o casa en particular, pero siempre tenemos que tener en cuenta que estamos leyendo, o escuchando, la interpretación de otra persona, es decir, no es una verdad escrita en piedra que tenemos que replicar en nuestra lectura sin cuestionarla.
Comprendamos éstas interpretaciones generales como referencias: ideas que nos sirven para reflexionar acerca de la naturaleza de alguna configuración de la carta.
Especial atención a los softwares y páginas web que generan interpretaciones sin tener en cuenta que hay un ser humano detrás de la carta astral
“La carta no indica solo rasgos de personalidad”
Es muy común creer que la carta natal solo habla de nuestra identidad, que cada cosa que vemos tiene un correlato directo y claro con el “yo soy”, y cuando esto no ocurre, genera confusión. En realidad, es más que eso, la carta natal grafica un campo energético que se manifiesta en múltiples niveles: rasgos que consideramos propios o que excluimos, tanto luz como sombra, situaciones, patrones, vínculos y dinámicas vinculares, etcétera.
Todo está codificado en sus símbolos y configuraciones. Antes que empezar a interpretar, es muy recomendable ahondar en lo que significa un símbolo, un arquetipo, y lenguajes simbólicos. Con una mayor comprensión de éstos conceptos, habrá más probabilidades de no caer en superficialidades o significados liimitados y cerrados.
Astrólogo y terapeuta transpersonal.
Co-creador de Saturnallium