El origen de su nombre
El hipérico, quien me gusta decirle “iluminador de sombras”, también conocido como «hierba de San Juan» debido a que se recolecta tradicionalmente el 24 de junio, día de San Juan, ha sido valorado durante siglos por sus propiedades curativas. Es una planta muy extendida en toda Europa, Asia occidental y septentrional, norte de África y América del Norte.
Conocida desde la época antigua, se dice que su nombre deriva del griego “hyperikon” (por encima de lo imaginable), término que según algunos hace referencia a la propiedad que se le atribuía de expulsar o repeler a los malos espíritus y las apariciones.
Se la consideraba como planta portadora de luz ya que se compara su color amarillo intenso con el brillo del Sol.
Sus propiedades medicinales y “ocultas”
Es una planta que contiene numerosas propiedades medicinales, desde la antigua Grecia, Galeno, Dioscórides e Hipócrates destacaban su poder como antidepresivo natural, esa capacidad de “ahuyentar las tristezas” o “demonios”, se la conocía como “espantadaemonum”. Además, posee propiedades cicatrizantes, antifúngicas, antibacteriana, antiviral, antiinflamatoria, entre otras.
Si tomamos su potencial como cicatrizante y trazamos un paralelismo con el arquetipo solar, siendo una manifestación de nuestra psique, podemos imaginarnos muchos “usos”, es decir, el hipérico no solo va a ayudarnos con la tristeza o a cicatrizar nuestras heridas físicas, sino que también nuestras “fugas energéticas”.
Nuestro centro es un Sol por sí mismo, tenemos la capacidad de brillar, dar cobijo y energía al resto, con tan solo existir; esa es nuestra esencia.
A veces suele suceder que no sentimos que estamos “brillando”, es más, nos sentimos “apagados” y es ahí a donde quiero ir. El “iluminador de sombras” también va a ayudar a tapar y cicatrizar nuestras heridas emocionales y energéticas, aquellas que lamentablemente hacen que nuestra luz se escape de nosotros, facilitará el proceso de volver a “brillar” con intensidad, sin fugas.
Algunos mitos o leyendas
El hipérico ha sido protagonista de diversos mitos y leyendas en diferentes culturas alrededor del mundo. Por ejemplo, en la mitología griega, se cree que la planta creció a partir de la sangre del dios del sol, Helios. Según la leyenda, Helios cayó en la Tierra y su sangre se convirtió en hipérico, otorgándole así su color amarillo intenso y sus propiedades curativas. Basta con observar su flor, que en su apogeo solsticial tiene una forma de “rayos” en sus pétalos, representando al astro.
Otra leyenda popular relacionada con el hipérico proviene de la tradición celta. Se dice que esta planta tenía el poder de abrir las puertas a otros reinos y permitir el paso de seres mágicos y hadas.
Sus usos y vinculación
Sus hojas y flores serán ideales para preparar infusiones, utilizaremos hasta 30 gramos por litro de agua, también podremos macerarlo en aceite durante 40 días de verano, para que extraiga sus principios activos y tome un color rubí intenso.
Podemos mirar el cielo y junto a con sus correspondencias simbólicas y la astrología generar un mayor vínculo con esta hermosa planta.
Durante en el verano, cuando la luna esté en Leo será un gran momento para realizar una tintura madre o hacer arte con sus flores, también podemos dormir con ellas bajo la almohada o colocarlas en nuestras prendas, bolsillos, carteras o mochilas.
Naturópata, herborista y terapeuta en Medicina Tradicional China.
Co-creador de Saturnallium
Excelente artículo